Finaliza con éxito la primera fase de la Escuela de Equinoterapia
El primer tramo del servicio “Equinoterapia para personas con discapacidad” ha contado con 37 usuarios de las entidades Autismo Melilla, TeAma y C.A.M.P. Francisco Gámez-Morón
Este proyecto, organizado por la Consejería de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma de Melilla a través de la empresa Eventos Melilla, S.L.U., continuará en septiembre
Hoy, domingo 22 de julio, ha concluido la primera fase del servicio “Equinoterapia para personas con discapacidad”, organizado por la Consejería de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma de Melilla, a través de la empresa Eventos Melilla, S.L.U., en el Parque Granja Escuela Rey Felipe VI.
La Escuela de Equinoterapia, bajo la supervisión de la psicóloga especialista en terapia con caballos María de la Flor Alemany, se ha desarrollado con éxito durante los meses de mayo a julio, atendiendo a un total de 37 usuarios (niños, adolescentes y adultos), pertenecientes a las entidades Autismo Melilla, TeAma y C.A.M.P. Francisco Gámez Morón.
“Todas ellas han colaborado estrechamente con el equipo de trabajo –apunta la psicóloga-, mostrando gran entusiasmo por la vuelta de la actividad y por reencontrarse con su amigo ‘co-terapeuta’ Chicharito”. La Escuela de Equinoterapia continuará en septiembre y a las asociaciones citadas se unirá Aspanies.
El programa se basa en intervenciones asistidas con caballos y en esta primera fase se ha trabajado adaptando las sesiones a cada usuario. En horario de mañana, por ejemplo, se ha atendido, de forma grupal, al alumnado del Centro Gámez Morón, con un total de 10 beneficiarios. “Como era la primera vez que asistían a este tipo de terapia, se inició el trabajo con ejercicios de acercamiento al caballo, adaptación y autonomía al nuevo entorno. Posteriormente, se ha trabajado pie a tierra actividades relacionadas con las áreas cognitiva (memoria y atención), afectiva y motriz”, explica María de la Flor Alemany.
En horario de tarde, las sesiones han sido individualizadas, atendiendo a 27 beneficiarios, con sesiones de 30 minutos, en este caso para los usuarios de TeAma y Autismo Melilla. Las actividades que se han llevado a cabo han sido variadas, pero en todas ellas se ha trabajado de forma globalizada, desde el ámbito motor hasta el cognitivo. Así, una actividad que se hace de forma rutinaria es iniciar la sesión con el saludo a los monitores y a Chicharito; posteriormente se cepilla al caballo, para finalizar con la recogida de los materiales utilizados por el usuario y dando la recompensa a Chicharito por el trabajo bien hecho.
El momento de la monta es otra de las actividades más deseadas por los niños y niñas. Es en esta fase de la terapia cuando se empiezan a trabajar diferentes ejercicios en función de las necesidades específicas de cada jinete.
“La valoración es positiva”, concluye la psicóloga María de la Flor Alemany. “La razón es que muchos de los usuarios eran antiguos alumnos que estaban deseando reencontrarse con los monitores y su ‘co-terapeuta’ Chicharito. Por esto, la ilusión por el reencuentro ha provocado una gran motivación y muchas ganas de trabajar de nuevo. Agradecemos a las familias la buena acogida que ha tenido este proyecto y esperamos poder contar con ellas para el curso próximo”.